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Hablemos de migrantes y paz

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En ocasión del Dia Internacional de la Paz, y el día de los migrantes en Argentina, hablemos de migrantes y paz


Se me ocurrió intentar comprender a mayor profundidad de lo que normalmente lo pienso, no verlo solo como la ausencia de conflictos bélicos, la tragedia de las guerras y sufrimiento humano por ese tipo de violencia.

Coincidamos que la paz es un estado de bienestar, las personas migrantes que hemos atendido, coinciden en buscar la dignidad y la oportunidad de llevar una vida tranquila, para ellos y los suyos, y por eso se esfuerzan tanto, por eso no puedes decirle a alguien, que está desesperada buscando soluciones para su vida; quédate en tu casa y aguántate y, también por eso, la movilidad es un derecho humano.

Para esta fecha hay en el mundo más de 300 millones de personas fuera de sus lugares de origen. ¿Qué les hizo falta allí?, que hace que una persona, que no somos solo carne y huesos, sino una fusión con el entorno, sus afectos, sus cosas. ¿tenga que dejarlo todo e irse?

¿Como se imaginan a los migrantes?, ¿son eso que imaginamos?

Porque incluso, esa imaginación de la sociedad frente al otro, puede robarle la paz.

De ahí podemos hablar de xenofobia, racismo, estigmatización, discriminación o aporofobia.

Nuestras vidas son un completo montón de conflictos de todo tipo, en la manera como estos escalan, se ordenan o desordenan nos rompen o nos dan paz.

A veces estos conflictos son ajenos a nuestro poder de solución, los migrantes les llamamos expulsores y estos, han dejado más de 60 millones de migrantes forzados en el mundo, solo de mi país hay 6.8 millones.

Al lado de la paz, además de dignidad tenemos que poner en grande la palabra Justicia, para los que somos cristianos y conocemos la palabra de Dios, la paz es producto de la justicia, todas las causas que hacen a la migración y al sufrimiento humano, en cualquier lugar, tiene que ver con la injusticia, puede ser mi casa, la comunidad, mi ciudad o mi país, y es allí que las instituciones, tienen la obligación de responder por ese estado de bienestar y las personas tenemos la obligación de acompañarlas o en muchos casos trabajar con ellas.

¿Por cuantas razones se puede romper tu paz, ¿malos sentimiento, hostilidad, falta de empatía, limitaciones de derechos, causas económicas, políticas, cuantas más?

Son en realidad muchas, yo he venido aquí desde más de 8000 kilómetros de distancia, porque necesito que mi hija y mi familia crezcan y estén en paz.  En este camino hemos sido maltratados, los procesos de radicación nos hicieron trizas muchos momentos, y nos sigue ocurriendo, porque les ha faltado comprender nuestras situaciones, y como una cascada afecta todas las otras áreas de nuestras vidas, buscar trabajo, buscar una vivienda, poder llevar la comida a casa, contener a los que quedan y tratar de ayudarles, aun cuando a veces estamos nosotros gritando ayuda.

Para personas que no cumplen los requisitos ciudadanos por faltarles un documento, que muy seguramente en sus lugares de origen les negaron, o le hicieron imposible su alcance, es algo muy duro.

La paz es la consecuencia de la justicia, a los que nos falta la paz, es porque nos falta justicia, vivimos con esperanza de la rectitud de las personas, y el actuar apegado a derecho de las instituciones se transforme para bien, podemos cambiar estas realidades, además tenemos que hacerlo.

José León Toro Mejías

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